The Cult, a diferencia de sus bandas predecesoras Southern Death Cult y The Death Cult, no se arrepintió de sus aspiraciones de rock & roll, lo que hace que PURE CULT: THE SINGLES 1984-1995 sea el mejor lugar de partida para el grupo, y para muchos, el punto final lógico también.
The Cult era una banda de solteros, y una muy buena, también, como lo demuestran los duros “Love Removal Machine” y la ardiente “Fire Woman”. La mezcla del conjunto de influencias de los 60 (no es de extrañar que Ian Astbury se convirtiera en el cantante principal de los Doors reformados, que incluso nos visito en Chile en 2004) y el poder del hard-rock (el baterista Matt Sorum se unió a Guns N ‘Roses) no solo ayudó a definir un subconjunto completo del Es posible decir que los grupos como Stone Temple Pilots debieron al menos parte de su éxito a los primeros flirteos con The Cult con la corriente principal del rock. Aunque el set no está ordenado cronológicamente, PURE CULT aún da una buena idea del cambio de sonido sorprendentemente orgánico de la banda, que va desde la neo-psicodelia gótica de “She Sells Sanctuary” hasta la despectiva rock de “Star”.