‘Hours…’ es el vigésimo primer álbum de estudio del músico británico David Bowie, publicado por Virgin Records en octubre de 1999. Este fue el último álbum de Bowie editado por el sub-sello de EMI. Fue el primer álbum completo de un importante artista disponible para descargar a través de Internet, precediendo a su lanzamiento físico en dos semanas.
Hours supuso el primer trabajo de Bowie desde The Rise and Fall of Ziggy Stardust and the Spiders from Mars en no entrar en el Top 40 de Billboard 200, alcanzando la posición 47.
Bowie y Reeves Gabrels escribieron juntos las canciones tanto para Hours como para el videojuego de aventuras Omikron: The Nomad Soul al mismo tiempo. Según Gabrels, establecieron sesiones especiales de escritura para escribir la música para estos proyectos, luego grabaron demos en estudios localizados en Bermuda y París. El mismo Gabrels escribió más de 3 horas de canciones instrumentales para el juego (además de las canciones que él y Bowie habían escrito juntos). Gabrels describió estos temas como “más electrónicos y de naturaleza agresiva que los del álbum de Hours” y sugirió que habría un álbum instrumental de Omikron, The Nomad Soul por lanzarse el año que viene.
El crítico principal de AllMusic, Stephen Thomas Erlewine escribió: “puede que no sea uno de los clásicos de Bowie, pero es el trabajo de un músico magistral que ha comenzado a disfrutar nuevamente de su oficio y no tiene miedo de que las cosas se desarrollen naturalmente”. El crítico de Rolling Stone, Greg Tate, describió al disco como “un álbum que mejora con cada nueva escucha” y “una mayor confirmación de la observación de Richard Pryor de que los llaman viejos sabios porque todos los jóvenes sabios están muertos”. De manera similar, Alternative Press describió a Hours como “una obra maestra” y agregó que “encuentra a Bowie volviendo a lo básico que nunca debería haber dejado atrás”.
Ryan Schreiber de Pitchfork criticó al álbum, diciendo: “Hours opta por un sonido único, pero sin embargo el sonido adult-contemporary se presenta con toda la vitalidad y la energía de un tronco podrido”. Schreiber declaró además: “No, no es un nuevo fracaso, pero eso no significa que no sea embarazoso”. Escribiendo para Select, John Mullen consideró que el álbum era una mejora en Earthling, pero comparó a Bowie con una “versión de alta definición” de Sting y concluyó: “Incluso en el exorcismo personal de “Seven” hay una falta de urgencia que sugiere que el ‘confesionario’ es simplemente otro estilo que Bowie está probando para encajar”.